Emociones a la hora de vender tu casa

Si estás pensando en vender tu casa, este texto puede resultar de interés. El objetivo es intentar ayudar a ponderar todo aquello que nos suponga un extra de emoción y que, de algún modo, nos produzca dudas, impresiones que no sabemos valorar, u otro tipo de consideraciones.

Si necesitas vender una vivienda que no se está utilizando o a la que no se le saca ningún partido ni rentabilidad, puede que te acudan interrogantes de todo tipo: emocionales, aquellas de las que más nos cuesta desprendernos y que albergan para nosotros parte de nuestra propia historia de vida, contenida en recuerdos, vivencias y experiencias.

Así que en este texto, intentaremos trasladarte cuáles son las situaciones emocionales más comunes que pueden atravesar el proceso de venta de tu vivienda. En general, en el proceso de venta de una vivienda se dan, al menos, cinco situaciones emocionales diferentes, que serían las relacionadas con la ilusión, con el agotamiento, la decepción, la alegría o la nostalgia.

Varios estudios indican que cada emoción o sentimiento que tenemos por el que fue nuestro hogar (esto no se puede olvidar nunca) se asocia a un momento determinado del proceso de venta: desde que te decides a vender hasta que definitivamente vendes tu propiedad.

Intentemos analizar uno por uno.

Ilusión
Vender una casa lo primero que genera es ilusión. Te has decidido a vender tu propiedad y has estado investigando en Internet para ver a qué precio se están vendiendo otras propiedades, cerca de la tuya. Has estado comparando tu casa con otras durante horas, para poder hacerte una idea aproximada y cabal según la demanda actual del precio final por el que vas a poder vender. Al mismo tiempo, también has estado pensando cómo podrías hacer tu casa más atractiva de lo que está, y que las personas que visiten tu vivienda se enamoren al instante. Vaya, es decir, en estos primeros momentos se podrá sentir tanta ilusión que las mariposas se apoderarán de tu estómago…

Agotamiento
Tal vez el anuncio de tu vivienda no reciba tantas visitas como esperabas y pienses que vas a tardar mucho tiempo en venderla. A menudo, aparece un sentimiento de frustración en el proceso de venta.
Y es aquí donde es importante contar con una agencia inmobiliaria que te ayude con el proceso y que exprima al máximo todas las posibilidades al alcance del mercado para encontrar rápidamente un buen comprador.

Decepción
Durante este tiempo, puedes sentirte decepcionado cuando empiezan a visitar tu vivienda diferentes interesados pero ninguno se decide por la compra. Entonces es cuando te cuestionas los motivos y razones por lo que eso es así. Es entonces que un agente inmobiliario te dirá que prepares tu casa para las visitas, y que le des un toque más impersonal, usando técnicas como Home Staging.
Cuando tus visitas entren a la vivienda, la primera impresión de tu casa es fundamental, una de las que verdaderamente influye en la decisión y opción de compra. Se puede recurrir a ampliar espacios cambiando la distribución de los muebles, o tener las habitaciones recogidas, evita todo lo que se pueda la decoración recargada.

Alegría
Con la ayuda de tu agencia inmobiliaria encontrarás rápidamente comprador y sentirás una gran satisfacción. Cerrar un proyecto (de la magnitud simbólica que conlleva la casa en la que uno ha vivido) es una oportunidad para iniciar otros proyectos nuevos, y esa sensación produce bienestar. Y alegría.

No obstante, cuando tengas apalabrada la venta de la vivienda y comiences a recoger las pertenencias de tu casa y a darte cuenta de que la dejas definitivamente, aparece la nostalgia y, puede, que con ella la tristeza. Es la última fase del proceso de venta; pero se ha de pensar que debemos quedarnos con lo bueno.

Con todo ello, esperamos que este post pueda ayudar a entender que el proceso de venta de una casa no es sencillo, ni a la hora de encontrar comprador, ni a la hora de afrontarlo psicológicamente.

Por eso la mejor opción es contar con una inmobiliaria de confianza, con profesionales que te aconsejen en este proceso y que lo hagan más sencillo y llevadero posible.